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Rosquitas caseras

Rosquitas caseras

Las rosquillas caseras de anís son una gran opción para meter en la lonchera de tu hijo para el momento de la merienda. O consentirlo en casa cuando ha tenido un día largo lleno de aprendizaje en el colegio.

Aprende con nosotros cómo hacer las mejores rosquillas caseras esponjosas aquí.

¿Qué se necesita para hacer rosquitas caseras?

Las rosquitas caseras de la abuela son de seguro todo un éxito, pero no tienes que seguir esperando hasta la visita familiar de los domingos para volver a comerlas. Con estos ingredientes podrás comenzar a crear tu propio legado y preparar las tuyas:

  • Medio kilo de harina floja de repostería.
  • 4 unidades de huevo.
  • 50 mililitros de leche entera.
  • 2 sobres dobles de gasificantes, o 1 sobre de levadura química.
  • La ralladura de un limón y una naranja.
  • 150 gramos de azúcar.
  • 6 cucharadas de aceite de oliva extra virgen.
  • 20 mililitros de anís.
  • 20 mililitros de orujo, o aguardiente gallego.
  • Para freír, aceite de girasol u oliva.

¿Cómo hacer rosquitas caseras?

  1. Estas rosquillas caseras, receta, empieza por lavar bien la naranja y el limón y quitarles toda la piel con un rallador. Es importante que no se llegue a la parte blanca, por lo que se debe tratar de ser extremamente superficial.
  2. Luego del paso anterior, podremos comenzar a batir nuestras 4 unidades de huevo con el azúcar hasta que comenzamos a ver que hacen espuma. En ese momento añadiremos un poco de leche y, como son rosquillas caseras de anís, el anís junto a las ralladuras preparadas anteriormente para batir hasta que todo se integre.
  3. En este punto sólo nos queda añadir el aceite de oliva extra virgen y seguir batiendo hasta que este también se haya integrado a la perfección.
  4. Una vez hechos los tres pasos anteriores, pasaremos entonces a añadirle la levadura junto a la harina de repostería. Esto se irá haciendo poco a poco a nuestra mezcla hasta que notemos que tenemos una masa la cual no se pega, pero sigue siendo manejable.
  5. Para que puedas manejar mejor la masa de tus rosquitas caseras puedes untarte un poco de aceite en las manos, pero trata que no sea mucho. De lo contrario, puede que este se adhiera también a la masa y alteraría su composición.
  6. Pudiendo manejar nuestra masa es hora de formar una bola con ella, envolverla con papel plástico transparente, y dejarla en nuestro refrigerador por un par de horas.
  7. Pasado el tiempo, como hablamos de rosquillas caseras fritas, colocaremos un sartén con abundante aceite de girasol.
  8. En la encimera, y nuestras manos, estará el aceite de oliva que nos facilite el trabajo con la masa.
  9. Haremos bolitas que mantengan relación con el tamaño de las pelotas de golf y abriremos un agujero en el centro con nuestros dedos. En este punto ya se podrán colocar a freír.
  10. Cuando notemos que están doraditas por ambos lados será entonces momento de sacarla y disfrutar de nuestras rosquillas caseras esponjosas. ¡Buen apetito!

 

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